La psicomotricidad es entendida como la conexión entre lo psíquico (emocional y cognitivo) con el aspecto motriz, otorgando especial importancia al movimiento para el desarrollo del psiquismo infantil y para la construcción de su esquema e imagen corporal y a partir de ahí, alcanzar su desarrollo integral, adquisición de habilidades y destrezas para la autonomía, aprendizajes y relación social.
Parte de la persona, en relación a su cuerpo, a su entorno, a las personas con las que se relaciona, a la capacidad de acción. Todo lo que vivimos, sentimos, percibimos, hacemos, se traduce en una organización mental que va permitiendo nuestra maduración neurológica y desarrollo motor, afectivo emocional y mental.
Este proceso sucede desde el juego, la acción y el movimiento a la generalización del pensamiento, desde sus acciones, sensaciones y emociones a la construcción de esquemas mentales que favorecen su equilibrio y maduración emocional y por lo tanto la capacidad de autoconocimiento y comprensión de lo que le rodea.